23 de septiembre de 2025 | Equipo de Vinculación
“Si la consciencia requiere afectos y motivaciones genuinas, entonces los debates sobre derechos de las máquinas o la singularidad tecnológica necesitan replantearse”, afirma el académico del Departamento de Ingeniería Industrial (DII) de la Universidad de Chile e investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), Omar Pérez, en una profunda columna de opinión que cuestiona las expectativas que la sociedad está construyendo en torno a la inteligencia artificial.
En medio del creciente interés por la IA, Pérez plantea que una máquina no puede ser consciente, y que esto no se debe a una limitación tecnológica, sino a una diferencia fundamental: la consciencia surge de estados internos subjetivos que las máquinas no poseen, como el hambre, el miedo o la alegría genuina.
“La IA actual (y la futura) simplemente encuentra patrones en datos sin experimentar estados internos genuinos”, explica, diferenciando entre la inteligencia como capacidad de resolver problemas y la consciencia como experiencia subjetiva. A través de ejemplos de animales como ratas, monos y una especie de cuervo californiano, el académico ilustra cómo estas especies traducen sus emociones en estrategias conductuales para satisfacer necesidades reales, algo que ninguna IA puede hacer.
Desde Ingeniería Industrial (DII), esta reflexión se enmarca en una vocación por promover el pensamiento crítico, el análisis riguroso y la comprensión ética de las tecnologías emergentes, temas centrales para la formación de ingenieros e ingenieras que incidan con responsabilidad en el desarrollo del país.
La contribución de Omar Pérez es una muestra del compromiso del DII con la investigación de excelencia, el impacto global en los debates sobre tecnología y sociedad.
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