Belén Adasme González, estudiante de Ingeniería Civil e Ingeniería Civil Industrial de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM).
Belén Adasme González, estudiante de Ingeniería Civil e Ingeniería Civil Industrial de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM), fue parte del equipo ganador del desafío hídrico universitario AQUA365 2024, destacándose por su compromiso con su comunidad de origen en Quilicura.
En la ceremonia de cierre del programa de innovación AQUA365: Innovación por el Agua, se reconocieron las mejores propuestas estudiantiles para abordar desafíos reales de acceso al agua en comunidades chilenas. Este año, participaron cerca de 120 estudiantes de 14 universidades del país. Entre los seis equipos finalistas, sobresalió Innowater, conformado por estudiantes de la Universidad de Chile, quienes diseñaron una solución innovadora y funcional para la comunidad de Parcela 12 en Quilicura.
Belén, de 22 años, cursa en paralelo el quinto año de Ingeniería Civil con mención en Estructuras, Construcción y Geotecnia, y el cuarto año de Ingeniería Civil Industrial. Su incorporación al equipo fue tan inesperada como decisiva: “Me uní más tarde al curso, cuando ya se habían asignado los desafíos, y me ofrecieron sumarme a Innowater. Lo elegí porque estaba enfocado en ayudar a una comunidad de mi propia comuna, Quilicura, lo que lo hacía muy significativo para mí”.
Junto a sus compañeras Andrea Ibarra y Catherine Labrín —ambas estudiantes de Ingeniería Civil Industrial— y Vicente Espinoza, estudiante de Ingeniería en Recursos Renovables, desarrollaron un sistema de distribución de agua que contempla un tanque principal de almacenamiento, una bomba manual y un sistema de filtrado. Además, el diseño considera la incorporación futura de captación de aguas lluvias, proyectando una solución sustentable y escalable.
“Nuestra propuesta no era la más vistosa, pero sí la más funcional y ajustada al presupuesto. Por eso fue una sorpresa enorme cuando ganamos. Nadie lo esperaba”, comenta Belén. El jurado —compuesto por referentes del mundo de la ingeniería y la sostenibilidad— valoró especialmente la aplicabilidad, pertinencia y viabilidad del sistema.
AQUA365 es un concurso abierto a estudiantes de todas las carreras y universidades del país, que no exige contar con un grupo de trabajo previo. Los equipos deben co-crear soluciones con comunidades reales, acompañados por tutores expertos. “Es una experiencia que sin duda recomendaría. Aunque no ganes, el solo hecho de contribuir con algo útil ya es valioso”, reflexiona Belén.
La iniciativa es impulsada por la ONG Ingeniería Sin Fronteras, que desde 2021 busca potenciar el rol social de las y los ingenieros en contextos de vulnerabilidad. Ya se encuentra en marcha la versión 2025 del desafío, que abordará problemáticas de acceso al agua en dos comunidades: una en la Región del Biobío y otra en la Región Metropolitana.
Más allá del reconocimiento, Belén subraya el enfoque humanitario del proyecto: “La ciencia y la tecnología deben estar al servicio de las personas. Escuchar lo que realmente necesitan y crear junto a ellas es fundamental. Esa es la enseñanza más grande que me deja esta experiencia”.
AQUA365 no solo impulsa la innovación técnica, sino también el compromiso social de los futuros profesionales. En ese camino, Belén se perfila como un ejemplo inspirador de cómo la ingeniería puede transformar realidades, comenzando por lo más cercano: su propia comunidad.
Fuente: Departamento Ingeniería Civil (DIC) – Ingeniería Industrial