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Macarena Andrade Muñoz: La ingeniera civil industrial que lidera cambios en la gestión pública y la equidad de género

En el mundo de la ingeniería civil industrial, donde la eficiencia y la optimización suelen ser las principales prioridades, Macarena Andrade Muñoz encontró una manera de combinar su formación técnica con su vocación social. Su trayectoria profesional, que abarca -entre otros- la gestión pública y el diseño de políticas públicas, la llevó a ser reconocida entre los 100 Jóvenes Líderes 2024 por la Revista Sábado de El Mercurio.

Graduada de nuestro departamento y del Magíster en Gestión y Políticas Públicas (MGPP), Macarena ha destacado por su trabajo en el Centro de Sistemas Públicos (CSP) y actualmente se desempeña como Jefa de Planificación y Control de Gestión en el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género. Desde allí, lidera la implementación del Sistema Integrado de Información sobre Violencia de Género, una iniciativa que busca mejorar los tiempos de respuesta y la coordinación interinstitucional para combatir la violencia de género, beneficiando al menos a 80 mil mujeres atendidas por Sernameg.

Del interés por lo social a la Ingeniería Industrial

Desde muy joven, Macarena tuvo claro que quería trabajar en algo que contribuyera a una sociedad más justa: “Recuerdo haber dudado por mucho tiempo si había elegido bien mi carrera, porque pensaba que el impacto social solo se lograba desde las ciencias sociales. Hasta que descubrí los cursos de políticas públicas, como Introducción a los Sistemas Públicos, del que ahora soy profesora”, relata.

Para ella, la gestión pública representa la convergencia perfecta entre su interés por la ingeniería y su deseo de generar cambios estructurales: “Si bien hay muchos espacios desde donde se puede generar impacto, la gestión pública tiene la ventaja de operar desde la institucionalidad, logrando cambios que pueden alcanzar a más personas y ser más sostenibles en el tiempo”, explica.

En su rol actual, la ingeniera ha tenido la oportunidad de participar en la implementación de la Ley 21.675, más conocida como Ley Integral Contra la Violencia de Género. En particular, ha liderado el diseño del Sistema Integrado de Información sobre Violencia de Género, una plataforma que permite una respuesta estatal más coordinada y eficiente.

“El mayor desafío ha sido la interoperabilidad entre los sistemas informáticos del Estado, ya que implica integrar plataformas de distintas instituciones, incluyendo organismos autónomos”, explica. “Pero también hemos aprendido de experiencias internacionales, como los sistemas de violencia de género implementados en Argentina, México y Paraguay”, agrega.

A pesar de los desafíos técnicos y burocráticos, Macarena está convencida del impacto que estas mejoras traerán a la calidad de vida de miles de mujeres: “Estamos empleando tecnologías al servicio de la diversidad de mujeres del país, sin perder de vista el rol fundamental que cumplen las personas dentro de la institución”.

Uno de los aprendizajes más significativos que ha tenido Macarena en su trayectoria profesional es la importancia de una mirada sistémica para abordar problemas complejos: “Siempre se habla de esto, pero ahora he podido ver qué significa en términos concretos. La ingeniería industrial aporta herramientas clave en la planificación estratégica y en la gestión de sistemas complejos, pero siempre debe trabajarse de manera colaborativa con otras disciplinas”.

Para las estudiantes de ingeniería civil industrial que buscan generar impacto social, Macarena tiene un consejo claro: “Aprovechen al máximo la formación de la carrera, pero no dejen de nutrirse de otras disciplinas como la administración pública y las ciencias sociales. El verdadero impacto ocurre cuando se trabaja de manera integrada y colaborativa, con mucha humildad”.

Sobre la presencia femenina en ingeniería, Andrade destaca que la historia ha sido escrita principalmente por hombres, lo que ha invisibilizado el rol de muchas mujeres en el desarrollo de la ciencia y la tecnología. “Ya existe evidencia de que la inteligencia artificial podría estar replicando sesgos de género. Lo mismo ha ocurrido en diseño urbano, transporte y hasta en el diagnóstico médico, donde por mucho tiempo las mujeres fueron subdiagnosticadas en enfermedades, porque los estudios estaban hechos sobre modelos masculinos. Simplemente no podemos restarnos”, finaliza.

Link a la publicación de Revista El Sábado: Contra la violencia de género

 

#8M en Ingeniería Industrial

Entrevista: Marta Apablaza