En los últimos años, la delincuencia y el crimen organizado se han posicionado entre las principales preocupaciones de la ciudadanía. En este contexto, el Departamento de Ingeniería Industrial ha iniciado una inédita colaboración con el Ministerio Público. Bajo el liderazgo del académico Richard Weber, se ha desarrollado una herramienta de inteligencia artificial (IA) capaz de analizar bases de datos de la Fiscalía y redes sociales vinculadas al crimen organizado para rastrear potenciales delitos.
La herramienta, llamada “Ecosistema HeredIA”, ha brindado un apoyo efectivo y eficiente a las y los fiscales del Ministerio Público, permitiendo analizar patrones delictivos, predecir zonas de alto riesgo y optimizar los recursos disponibles para la investigación de delitos. Su implementación, que comenzó en 2022, ha demostrado ser clave en diversas fiscalías, logrando avances significativos en la desarticulación de bandas criminales.
“HeredIA ha sido utilizada con éxito en la Fiscalía Nacional para analizar redes criminales, logrando identificar a los cabecillas de estas organizaciones y asegurar su persecución judicial. Asimismo, su capacidad para integrarse con diversas bases de datos permite a las fiscalías trabajar en conjunto con otras agencias de seguridad, algo esencial en un mundo donde el crimen no conoce fronteras”, indicó Weber en su última columna de opinión.
Valentina Reyes, analista del Ministerio Público, destaca cómo el trabajo conjunto con el Departamento de Ingeniería Industrial ha sido esencial para incorporar tecnología avanzada en las investigaciones de la institución: “Es muy difícil acceder a este tipo de herramientas avanzadas sin la colaboración con la academia. Esta alianza nos permite incorporar tecnologías de punta y enfrentar investigaciones complejas con mayor eficacia”, señala.
La profesional subraya el impacto positivo que este enfoque colaborativo tiene tanto en la formación de los estudiantes como en el Ministerio Público: “Los alumnos adquieren una comprensión más profunda de la complejidad de los fenómenos que analizan, mientras que nosotros, como institución, aplicamos estas técnicas en contextos reales, obteniendo resultados sorprendentes.”
Por su parte, Diego Rochow, estudiante de Doctorado en Criminología y Estudios Sociolegales de la Universidad de California, Irvine (UCI), quien actualmente realiza un análisis etnográfico sobre la implementación y uso del Ecosistema HeredIA, sostiene que una de las características más novedosas y potentes de esta herramienta es su enfoque colaborativo.
“Este modelo, que combina conocimiento académico con necesidades institucionales, contrasta con el panorama internacional, donde los desarrollos de tecnología IA para perseguir delitos suelen ser liderados por empresas privadas, en paralelo a las instituciones públicas”, explica.
“En Chile, esta colaboración fluida y efectiva entre la Fiscalía y la academia genera beneficios tanto para el desarrollo tecnológico como para la gestión institucional”, comenta Rochow.
Rochow concluye: “Estamos documentando cómo esta sinergia puede marcar un punto de inflexión en el desarrollo tecnológico del sistema penal chileno. Este modelo colaborativo es una oportunidad única para avanzar hacia un uso más eficiente y ético de la inteligencia artificial en la justicia”, finaliza.