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IA apoya diagnóstico precoz y tratamiento de cáncer de pulmón en Chile

Richard Weber

Mariano Suárez

José Peña

Natalie Pinto

Juan Cristóbal Morales

El proyecto “Desarrollo de una nueva estrategia para el diagnóstico precoz y el tratamiento del cáncer de pulmón mediante inteligencia artificial en Chile”, lanzado durante la primera semana de diciembre, busca hacer frente a los diagnósticos tardíos y a las altas tasas de mortalidad del cáncer de pulmón; uno de los más silenciosos y que cada año -según datos de 2020- mata a más de 3.500 chilenos.

Se trata de una investigación interdisciplinaria iniciada en el año 2020, gracias a un grant del Laboratorio MSD e impulsada por Chile sin Cáncer,  institución privada sin fines de lucro, en la que sus autores, entre ellos, nuestro académico, Richard Weber, y los Ingenieros Civiles Industriales, Mariano Suárez y Sebastián Santana, desarrollaron la novedosa herramienta digital OncovigIA. Potenciada por inteligencia artificial (IA), esta mejora la identificación de posibles casos de cáncer de pulmón, a partir de informes de Tomografía Computarizada (TC).

“Los modelos que desarrollamos utilizando inteligencia artificial ayudan a los radiólogos y a los médicos, en general, a detectar con más certeza sospechas de cáncer. De esta forma, permite que los pacientes inicien su tratamiento lo antes posible y, como cualquier enfermedad, mientras antes lo empieces mejor es el pronóstico”, circunscribe Richard Weber, académico de Ingeniería Industrial y profesor guía de la tesis de Mariano Suárez, Ingeniero Civil Industrial y autor del trabajo que dio origen a este proyecto.

“Este trabajo ha permitido humanizar el diagnóstico del cáncer de pulmón, ver cómo mejora el tratamiento de los pacientes y cómo estas herramientas tecnológicas ayudan a los especialistas, y a todo el equipo médico, a entregarles una mejor atención”, complementa Suárez.

Ingeniería y medicina unidas por un Chile sin cáncer

Aplicada en el año 2022 a 13.326 informes de TC de tórax, la herramienta desarrollada en conjunto con la Universidad Católica, el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente, el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) y el Hospital Sótero del Río (el hospital más grande y de mayor complejidad de la red Metropolitana Sur Oriente), en el cual se implementó un programa piloto, identificó 377 pacientes con sospecha de cáncer de pulmón no detectados ni tratados previamente. Una cifra que, según cálculos del proyecto, arrojó un 75% de casos detectados, el cual -incluso, sostienen sus autores- puede llegar a un 80%.

“La herramienta desarrollada por inteligencia artificial es un apoyo que se integra a un modelo de atención que ya está andando, creo que eso es un valor fundamental; que es implementable y que tiene un impacto real”, contextualiza el Dr. José Peña, oncólogo e investigador de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

En un entorno, asegura Peña, donde la mayoría de las personas con cáncer de pulmón se diagnostica tarde, esta herramienta les da la oportunidad de un tratamiento frente a un sistema de salud que está sobreexigido, más aún después de la pandemia, el cual, muchas veces, no permite realizar un seguimiento apropiado de estos casos. También cubre aquellos casos en que los pacientes se descuidan al no buscar sus exámenes o no concurren a sus controles médicos.

“Lo que esta herramienta hace es dar la oportunidad para que las personas que previamente no fueron detectadas con algún hallazgo inespecífico, que puede terminar en cáncer o no, puedan ser encontradas a tiempo por el sistema. Esto, sin pedirle más a los profesionales de la salud”, señala Peña, razón por la cual, más que ser mirada con desconfianza, es vista como una ayuda.

Para ello, el sistema se apoya en un modelo de gestión de casos manejado por enfermeras expertas en cáncer.

“El proyecto busca que los pacientes tengan mejor acceso al médico tratante para que pueda tener un diagnóstico más rápido y oportuno”, cuenta Natalie Pinto, enfermera de práctica avanzada UC.

Y esto, explica la profesional, pasa por una automatización de los informes médicos que permita detectar todas las sospechas de cáncer de pulmón y, muy importante, que las notifique.

“Con esto nos saltamos los tiempos y una brecha importante para que el paciente pueda llegar a los equipos médicos que corresponde, sin la necesidad de que tenga que pasar por una interconsulta o que termine en Urgencia, porque está en malas condiciones, dado que nadie le avisó que tenía una masa en el pulmón”, indica Pinto, agregando que el sistema también permite pesquisar otros casos derivados de intervenciones complementarias (por ejemplo, un escáner tomado para una operación de apendicitis que revela un tumor en la base del pulmón) .

Multiplicando el ojo clínico

Ejemplo de alianza y colaboración público-privada, esta herramienta digital crea una nueva estrategia para la detección temprana del cáncer de pulmón en nuestro país y, muy importante, su el posterior seguimiento de sus pacientes.

Pese a que a futuro podría implementarse para otros tipos de cáncer, OncovigIA concentró sus esfuerzos en este cáncer, dado que, según explican sus autores, cuando trazaron sus primeras líneas, hace dos años, no estaba en el GES (ahora sí).

“Consideramos que era un acto de justicia elegir a este grupo de personas y, además, porque se trata de un problema prevalente, pese a que su diagnóstico precoz no es costoso. Se detecta con pruebas de imágenes, radiografías, scanner; son exámenes que se hacen por miles”, analiza Juan Cristóbal Morales, jefe del Departamento de Salud Digital del Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente (SSMSO) e investigador de la U. Católica.

Probada la funcionalidad del modelo, dice Morales, lo que viene ahora es llevarlo a la práctica y, con ello, potenciar el personal clínico.

“Herramientas tecnológicas como esta permiten multiplicarlo, como si hubiera más médicos o enfermeras para identificar a los pacientes que tienen esta enfermedad. Aquí tenemos una herramienta tecnológica buscando, porque los datos están, muchos de ellos digitalizados”.

Esto, concluye el investigador, puede tener gran impacto en la salud pública.

“Esa es la tarea ahora y la vamos a seguir empujando”, asegura Morales.