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Rodrigo Balart Mella 2000-2023: Una luz que seguirá brillando

Rorro o el Bala, como cariñosamente lo llamaban sus amigos/as y compañeros/as de la especialidad industrial, ingresó a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile en otoño del año 2019 y, al momento de su partida, era estudiante de octavo semestre de la carrera de Ingeniería Civil Industrial.

Con buen rendimiento académico, según consta en sus registros, Rodrigo era muy querido por sus compañeros/as de generación, quienes lo describen como un amigo generoso, siempre preocupado por los demás y resiliente frente a la enfermedad que le tocó enfrentar, la cual apagó su luz demasiado pronto. Una que guió a sus cercanos y que les seguirá mostrando el camino, ahora desde otro plano.

Descansa en paz, Rodrigo. Dicen que las almas vienen con una misión a este mundo y tú la cumpliste con creces.

Mensajes de sus compañeros/as

Con sentidas y cariñosas palabras, sus compañeros/as de la especialidad industrial despiden a Rodrigo, al Rorro y al Bala.

“Mi Rorro, llegaste a mi vida sin previo aviso de que te volverías una de las personas más importantes para mí. En en menos de un año ya eras gran parte de mi vida y mi confidente, alguien con quien -literal- compartía todos los días y podía hablar de lo que se me viniera a la mente. Es por esto que será muy difícil no acordarme de ti en cosas cotidianas de la vida. Siempre agradeceré tu amistad incondicional y leal, tu preocupación y tu empatía, eres una persona que llegó a cambiar mi vida y que jamás terminaré de agradecer. Siempre he estado muy segura que nuestra amistad será para siempre y que siempre que te necesite te tendré a mi lado, escuchando tu risa y tus consejos. Te amo con toda mi alma hoy y siempre, nos vemos en un futuro”.❤️

Florencia Vargas


“Rorro, llegaste a mi vida cuando no tenía idea que te necesitaba. Llegaste a guiarme, enseñarme y a iluminar mi vida. Nunca pensé que la universidad podría entregarme este tesoro tan maravilloso que es tu persona, ya que eres más que mi amigo; eres la familia que elegí y que elegiré por siempre. Gracias por marcar nuestras vidas, por demostrar que nada es imposible y que hasta en los peores momentos hay que sacar lo lindo de las cosas. Tal como tú siempre dices, las cosas pasan por algo y hoy aprendí que te tengo las 24 horas del día a mi lado acompañándome como el primer día que te conocí. Te amo por siempre”.

Antonia Lizana


“El Rorro es de esos amigos incondicionales, que te apañan en todas las locuras, de los amigos que saben perfectamente qué decir y cuándo decirlo, y entregado completamente a sus seres queridos. Sin duda, así te recordaré por siempre amigo lindo. Admiro tu resiliencia, fe y motivación que siempre te caracterizaron. Sin duda, extrañaré la forma en la que expresabas tu cariño que siempre me sacó más de una sonrisa. Le agradezco a la vida que haya cruzado nuestros caminos, aunque haya sido cortito en carne y hueso, será eterno en espíritu y compañía”.

Úrsula Koller


“Rorro, mi pelao, mi perro, mi amigo, pero por sobre todo mi hermano. Desde el día uno de esta historia en la universidad tú me acompañaste, las risas eran tu característica principal y cómo lo dabas todo por tus amigos y familia. Siempre sentí que debía acercarme a ti y no me equivoque, te agradezco infinito por todo lo vivido. Por cada risa, por cada tema de Soda, por cada viaje en tu nave, por cada ida a la playa, por cada noche jugando, por cada asado de 5 lucas, por cada juego de mesa, por cada chela, por cada padel y así podría seguir por mucho rato. Mi héroe, dejaste un legado y una enseñanza muy importante, que por más que se vea feo el panorama, la perseverancia y la fortaleza prevalecerán. Por esto y por mucho más siempre te tendremos en nuestros corazones. Descansa y ya nos veremos mi querido Rodrigo. Besote al cielo y te amo por siempre”.

Ignacio Aguilera


“Querido Rorro, siempre serás una luz en mi camino y un ejemplo a seguir, con tu valentía, fuerza, esperanza y fe. Estoy completamente agradecida de haberme cruzado en tu camino y de haber tenido el privilegio de conocer a la gran persona que siempre serás para mí. Gracias por todas las risas que compartimos y por cada uno de esos momentos que guardaré siempre con cariño en mi corazón. Te amo súper”.

Elisa Herrera


“Luz, fortaleza y amistad. Tres palabras que describen a Rorro. Tuve la fortuna de no sólo de haberlo conocerlo, sino que de poder considerarlo un amigo. El Bala era una de esas personas que unía grupos, que siempre te sacaba una sonrisa (incluso a su costa) y te ganaba en el Monopoly. Recordaré siempre tu forma peculiar de saludar, tu gestos y tus recomendaciones de música y pelis. Gracias por enseñarme de fortaleza y resiliencia como nadie lo hará. Te quiero siempre”.

Catalina Iriarte


“Hola mi perro, quería nada más que agradecerte por haber aparecido en mi vida. Cuando te conocí en primer año nunca pensé que llegarías a convertirte en alguien así de importante para mí, en mi mejor amigo. Sé que estas tranquilo allá arriba y que nos estarás acompañando siempre, te amo hermano”.

Juan José Noemi


“Rorro, hermano mío, agradezco a la vida habernos cruzado y que me hayas marcado para siempre. Me hayas marcado con tu manera de pensar, de estar para nosotros de manera incondicional y con esa luz que siempre lograba sacarnos unas risas y alegrar cualquier situación. Esto, además, obviamente, de todos los recuerdos y vivencias que tuvimos juntos estos años. Sin duda, serán un tesoro que guardaré para siempre y recordarlos me harán feliz. Te amo mi perro”.

Cristian Sylva


“Rorro, todas las experiencias y aventuras que compartimos juntos son eternas no solamente en mi memoria sino que también en mi corazón. Contigo aprendí el verdadero significado de ser un amigo, sin condiciones ni pretextos. Tus chistes, risa, apañe, empatía, peculiares gestos, buen gusto por la música y películas, valentía, perseverancia y forma de ver la vida me marcaron por siempre. Muchas gracias por todo lo que me enseñaste, por entregarme un cariño genuino y por iluminar nuestros corazones día a día. Te quiero muchísimo, manito”.

Matías López R.