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Ministerio de Educación reconoce algoritmo de Sistema de Admisión Escolar (SAE)

“¡El talento hay que reconocerlo! Por eso te contamos sobre el algoritmo desarrollado en la @uchile que transformó la #AdmisiónEscolar en un proceso de iguales oportunidades para todas las familias”. Con este tweet, el Ministerio de Educación promueve por esa red social la campaña de postulaciones al Sistema de Admisión Escolar (SAE), algoritmo computacional programado e implementado por académicos de nuestro departamento, José CorreaRafael Epstein y Juan Escobar, junto con un equipo integrado por alumnos de magíster, profesionales, estudiantes de doctorado en el extranjero y postdocs. Un proyecto que también cuenta con la participación de tres centros de excelencia: el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), el Instituto Milenio para el Estudio de Imperfecciones de Mercado y Políticas Públicas (MIPP) y el Centro de Modelamiento Matemático (CMM).

“El desarrollo e implementación del algoritmo de asignación que apoya al SAE ha sido un tremendo trabajo. En él ha participado un gran número de profesionales y de tesistas, tanto del Ministerio de Educación como de la Universidad de Chile, muchos de quienes hoy cursan doctorados en las mejores universidades del mundo”, destaca José Correa, uno de los investigadores principales de este proyecto.

A prueba de estrategias

El algoritmo del Sistema de Admisión Escolar (SAE) está construido sobre los desarrollos de los científicos David GaleLloyd Shapley y Alvin Roth, estos dos últimos galardonados por este trabajo con el Premio Nobel de Economía en 2012 (Gale murió en 2008).

El mecanismo de asignación tiene tres ventajas que lo hacen el favorito del mundo académico y también del mundo real: i) la asignación es muy eficiente en términos sociales; ii) el sistema es justo, ya que ningún estudiante tiene privilegios; iii) la mejor estrategia para una familia es declarar sus verdaderas preferencias al postular.

En términos científicos, se dice que este sistema es “a prueba de estrategias”, lo que para sus investigadores es muy valioso, ya que, de lo contrario, las familias con más recursos podrían recibir asesorías para mejorar sus posibilidades. Una práctica que atenta contra el principio de igualdad de oportunidades.