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Equipo de la U. de Chile desarrolla modelo para detectar melanomas en base a Inteligencia Artificial

Juan Velásquez, integrante del equipo de investigación

Investigadores/as y especialistas de nuestro departamento, del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), del Web Intelligence Centre (WIC) y del Hospital Clínico de la U. de Chile trabajaron con 25.331 muestras de pacientes de países de Europa, junto con 513 muestras de Chile y, a partir del modelo desarrollado, pudieron predecir todas las muestras locales. Con estos resultados, se espera que el predictor permita desarrollar una plataforma que sirva como un sistema de monitoreo nacional de esta enfermedad.

Cada año, en Chile mueren 300 personas por melanoma -el cáncer de piel más agresivo que existe-, en tanto que 800 son diagnosticadas con esta enfermedad. Detectar un melanoma, tumor maligno originado en los melanocitos -células que son parte de la epidermis y que se encargan de producir la melanina, el pigmento que da el tono de piel y protege del sol-, requiere contar con herramientas y personal humano capacitado. También con un registro sistematizado y actualizado sobre el número de pacientes afectados con esta enfermedad o número de personas que se encuentran en situación de riesgo de desarrollarla.

Detección en minutos de la mano de IA

El equipo de especialistas, integrado por nuestro académico Juan Velásquez, desarrolló un predictor en base a Inteligencia Artificial (IA) que disminuye a la mitad -dos pasos en vez de cuatro- la detección de esta lesión. Usando una imagen de la muestra examinada, el médico tratante ingresa con el celular a una plataforma que compara y diagnostica el melanoma y, en segundo lugar, la deriva al histopatólogo en caso de ser necesario.

“En este proyecto hemos estado trabajando con algoritmos de Deep Learning, específicamente utilizando redes neuronales artificiales, en los cuales estas neuronas emulan campos receptivos como los presentes en la corteza visual de un cerebro biológico”, explica Velásquez, director del WIC e investigador del ISCI.

Agrega: “Las imágenes son procesadas como si se tratara de un ojo que rápidamente las analiza y extrae patrones para discriminar si se trata de una lesión cutánea relacionada con un melanoma o no”.

Próximos pasos

“El siguiente paso es que los algoritmos desarrollados puedan ser usados en un ambiente clínico, como apoyo a la toma de decisiones médicas, todo dentro de un contexto de investigación aplicada. Hay que realizar una serie de otras investigaciones y procedimientos antes de pasar a una tercera fase, que es que se pueda aplicar, también a modo de investigación aplicada, en otros hospitales para finalmente lograr un producto que se pueda masificar”, adelanta Velásquez.

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Fuente: Comunicaciones UChile