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Claudio Pizarro, Mejor Docente de Pregrado U. de Chile 2021: “La docencia de pregrado siempre fue una pasión”

En una ceremonia en modalidad híbrida, la única a la cual se pudo invitar a sus galardonados por motivos de aforo, la Universidad de Chile realizó la Ceremonia Mejor Docente de Pregrado 2021, en el contexto de la celebración de sus 179 años de vida.

En ella, nuestro Profesor Adjunto, Claudio Pizarro Torres, fue reconocido entre 42 académicos y académicas de la Casa de Bello, elegidos por sus respectivas comunidades por su labor docente.

“Estoy muy emocionado con este reconocimiento. Hace muchos años tomé conciencia de lo importante que es para mí hacer clases. Poder aportar a la formación de los nuevos Ingenieros Civiles Industriales, más aún, en una institución como la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) que impone enormes desafíos”, comentó Claudio al recibir este premio.

Hoy, transcurridas algunas semanas, reafirma su primera impresión y señala que este reconocimiento es una motivación para hacer las cosas cada día mejor.

“Cuando recibí este premio pensé en la Teoría del Mérito de Sandel. Básicamente, que lo que logras en la vida tiene que ver con tu esfuerzo, dedicación y talento, pero también -y mucho- con la ayuda que recibes y la suerte que tienes en la vida: dónde naciste y el colegio al que fuiste, entre otros eventos azarosos. A mí me han ayudado mucho, por largo tiempo, y he tenido suerte en mis casi 30 años de trayectoria docente”, analiza.

De aquí que este reconocimiento sea una motivación para hacerlo cada día mejor en los cursos que dicta: “Dirección Estratégica” (también en postgrado), “Estrategia y Humanidades: las organizaciones como buen vecino” y “Práctica Extendida” (este último impartido durante el primer semestre de este año).

“Nuestros alumnos y alumnas son muy buenos, y nos desafían permanentemente. Ellos ayudan a mejorar, así como también los muy buenos profesores que tenemos. Esta comunidad es la que nos ayuda a hacer mejores clases”, destaca.

La pasión por enseñar

-¿Por qué cree que sus estudiantes lo premiaron?
-La docencia de pregrado siempre fue una pasión. Al principio no lo sabía, pero transcurridos varios años se hizo evidente. Realmente disfruto estar en una sala de clases y tengo una motivación profunda por aportar en la formación de los y las Ingeniero/as Civiles Industriales.

-¿Cuál diría que es su sello como docente?
-Mi vocación por integrar lo conceptual y lo práctico, creando puentes entre la universidad y las empresas e instituciones públicas. La combinación entre clases, consultoría y directorios me permite aplicar los conceptos y metodologías en problemas reales y contingentes todos los días, y llevarlos a la sala de clase, lo que motiva mucho a mis estudiantes. Les brillan los ojos cuando tangibilizan en la práctica lo que vemos en clases.

“El sello es que los conceptos se aplican”, resume Pizarro, a lo que suma un cuerpo docente de más de 10 personas, entre los que, dice, no puede dejar de nombrar a Carlos Castro, primero su alumno, después su ayudante y auxiliar de uno de sus cursos y hoy profesor de cátedra de la segunda sección de ese curso y colega, como Director Ejecutivo del Centro de Sistemas Públicos (CSP); “enorme ayuda en más de 10 años”.

-¿Cómo ha adaptado sus clases a estos tiempos de pandemia?
-Ha sido muy difícil. Motivar a través de una pantalla, con las dificultades de conexión, no ha sido un desafío trivial. Si bien pienso que hemos sorteado la coyuntura con éxito, las clases presenciales tienen el encanto de rescatar “lo humano”; esa conexión mágica entre los que participamos de la sala de clases y que permite enfatizar, conectar y entusiasmar con una temática. En definitiva, producir la conexión profunda entre un contenido, una temática y una motivación personal, que se puede transformar en pasión. Eso es clave.

-¿A futuro quiere explorar otras áreas o se va a quedar con los cursos que hoy dicta?
-Estoy terminando un Magíster que combina Filosofía Política, Sociología y Economía Política, básicamente para fortalecer mis capacidades y habilidades para abordar el desarrollo estratégico en las organizaciones. Estoy motivado y feliz, porque la complejidad de los problemas que enfrentan las organizaciones son de tal magnitud, que exigen una mirada más amplia. Ello implica entender a las comunidades con las que interactúan las empresas e instituciones públicas, lo que se cataliza con las tecnologías 4.0.

Concluye: “Me siento parte de esta institución que sitúa la docencia de pregrado como una actividad prioritaria. Quiero aportar cada día un granito de arena para que nuestros estudiantes tengan impacto para construir un mejor país, desde los muy distintos lugares desde donde lo pueden hacer. Por mi parte, me siento feliz de integrar la comunidad de Ingeniería Industrial”.