Desde enero de este año, un grupo multidisciplinario se encuentra elaborando la Política de Investigación, Creación e Innovación de la Universidad de Chile. La instancia, que incluye la participación de toda la comunidad, cuenta con la asesoría de un comité al que asiste -en calidad de invitado especial- nuestro académico, Andrés Weintraub. A juicio del académico, una de las principales metas de la futura normativa es la incorporación de acciones concretas y un presupuesto adecuado que financie la generación de conocimiento desde sus etapas iniciales.
El Senado Universitario (SU) lidera, en la actualidad, un inédito proceso que permitirá la promulgación de una nueva normativa para la Casa de Bello: la Política de Investigación, Creación e Innovación. Para asegurar el éxito de la misión, durante el mes de enero se constituyó un comité asesor donde participan, entre otros, integrantes de la Comisión de Docencia e Investigación del SU, de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID), de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos (VAA), de la Vicerrectoría de Asuntos Económicos y Gestión Institucional (VAEGI), del Consejo Universitario y académicos y académicas de distintas unidades.
Uno de los invitados especiales de este comité asesor es nuestro académico, Andrés Weintraub, Ingeniero Civil Eléctrico de la Universidad de Chile y Doctor en Investigación Operativa en Ingeniería Industrial de la Universidad de California, Berkeley. En 1998, Weintraub obtuvo el premio “Franz Edelman” -concedido por la Sociedad de Investigación Operativa y Ciencias de la Administración de Estados Unidos- y, dos años más tarde, fue distinguido en Chile con el Premio Nacional de Ciencias Aplicadas.
En la ceremonia de lanzamiento del proyecto, el profesor Weintraub expuso sus principales recomendaciones sobre cómo garantizar la efectividad de la Política. Este evento contó además con la participación de la antropóloga Sonia Montecino y de las principales autoridades de nuestra Casa de Estudios.
A juicio del experto en Gestión de Operaciones y director del Club Deportivo Universidad de Chile, “Azul Azul”, es evidente que siempre ha existido “alguna” política de investigación. Sin embargo, se ha desarrollado de forma independiente por las distintas instancias, a modo de archipiélago. “Hoy en día, diversos grupos, departamentos, facultades e institutos operan con sus propias políticas. Llevamos décadas haciendo investigación e innovación en la Universidad y se torna urgente la necesidad de contar con una política general, elaborada con criterios compartidos y transparentes”, recalca.
“Nos hemos acostumbrado a plantear aspectos muy generales, como excelencia, compromiso con el país, internacionalización, liderazgo, figuración en rankings, igualdad de género, etc. ¿Quién puede estar en desacuerdo con dichos principios? Ahora bien, entre esas premisas y el establecimiento de una política real hay un largo camino por recorrer”, agrega.
Según su opinión, el principal desafío está en elaborar una hoja de ruta suficientemente concreta, que contenga acciones específicas y, sobre todo, realistas. Si bien reconoce que hay ejemplos a seguir en prestigiosas universidades internacionales, jamás se deben olvidar las particularidades de la realidad local. “Por sobre todo, la Universidad de Chile es una universidad nacional, por tanto, debe abarcar todas las áreas relevantes en su más alto nivel”, afirma.
Otro aspecto a considerar es el presupuestario: si bien la cantidad de investigaciones de calidad ha aumentado considerablemente, los montos entregados por el Estado se mantienen. “Los/las investigadores/as más jóvenes, que todavía no son altamente competitivos/as, tienen muchas dificultades para acceder a fondos. El no contar con una política explícita de investigación los perjudica especialmente a ellos/as. Ahí es donde la Universidad, a través de su Dirección de Investigación, debe dar un apoyo importante. Eso implica aumentar en forma significativa los recursos -como mínimo a un 2 o 3 por ciento del presupuesto anual de la Universidad- para apoyar la investigación, innovación y creación”, señala Weintraub.
Por último, el académico e investigador de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas y ex director del ISCI (Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería) hizo especial hincapié en el plano de la excelencia, lo que
-inevitablemente- está ligado a criterios de contratación. “Es imprescindible que contemos con las personas de más alto nivel y grado de formación, siempre en la frontera del conocimiento. Pero que, asimismo, jueguen un rol preponderante en los proyectos del país. Si queremos influir en el destino de Chile debemos involucrarnos activamente”, finaliza.
Fuente: Comunicaciones Senado Universitario.