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INVESTIGACIÓN CON IMPACTO Licitación del espectro radioeléctrico 5G en Chile: más eficiente y transparente

Juan Escobar

José Correa

Rafael Epstein

Natalie Epstein

Yerko Montenegro

Tradicionalmente en nuestro país, la asignación del espectro radioeléctrico para tecnologías 4G, 3G y otras se realizaba a través de procesos técnicos administrativos, o beauty contest, en los cuales los participantes presentaban un proyecto técnico que se comprometían a realizar y -sólo si varios de ellos empataban- se hacía una licitación poco competitiva, en la cual, por lo general, había un bloque garantizado para cada participante. Al haber poca competencia, las ofertas económicas distaban de ser óptimas y, por ello, la recaudación en las distintas licitaciones era muy baja.

Gracias al proyecto liderado por directivos de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) y un equipo de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile integrado por nuestros académicos Juan Escobar, Director del Instituto Milenio de Imperfecciones de Mercado y Políticas Públicas (MIPP); José Correa, Investigador Principal del Centro de Modelamiento  Matemático (CMM) e Investigador Invitado del MIPP y del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), y Rafael Epstein, Investigador Titular del ISCI, además de los investigadores jóvenes Natalie EpsteinYerko Montenegro, las licitaciones subóptimas para este recurso serán parte del pasado. Tanto así que en el último proceso de licitación para la tecnología 5G en Chile, finalizado en febrero recién pasado, el monto de recaudación ascendió a 453 millones de dólares. Esto, destacan los investigadores, equivale a un aumento de 512%, o seis veces, con respecto a los 74 millones de dólares recaudados en la suma de todas las licitaciones de espectro en la historia de Chile.

“Los resultados permiten afirmar que se cumplieron todos los objetivos que el regulador se propuso. Participaron las principales empresas de esta industria adjudicando espectro tres de ellas (Entel, Movistar y WOM) en un proceso competitivo”, señalan los investigadores.

Subasta 5G
En febrero de este año, nuestro país realizó el concurso 5G (esta sigla hace referencia a la 5ta generación del estándar para la tecnología de telefonía móvil) para asignar el espectro radioeléctrico -recurso limitado que constituye un bien de dominio público- que permitirá desarrollar esta tecnología. El concurso contempló tres licitaciones independientes:

  1. Banda de 700 MHz: 1 bloque de 20 MHz
  2. Banda de AWS GHz: 1 bloque de 30 MHz
  3. Banda de 3.5 GHz: 150 MHz, divididos en 15 bloques de 10 MHz

Los investigadores cuentan que para cada una de estas tres licitaciones se utilizó la conocida subasta con “sobre cerrado de primer precio”, con la condición de que cada participante tuviera la obligación de entregar cobertura de servicios en una zona similar del territorio nacional a la de los concursos anteriores (4G, 3G).

Para el caso de la banda de 3.5 GHz, por su parte, se implementó un mecanismo de tipo combinatorial (donde se subastan múltiples objetos y las ofertas pueden ser por subconjuntos de objetos y no necesariamente por cada uno por separado), con el fin de maximizar las sinergias que podían ocurrir entre los 15 bloques que se dividieron en dos partes; 10 bloques de 10 MHz en la parte baja y 5 bloques de 10 MHz en la parte alta.

Explican: “Implementamos una subasta de tipo cerrada que es más simple y minimiza los riesgos de colusión para un bien estratégico que se asigna por 30 años. El diseño implementado permite que las firmas expresen sus economías de escala, por lo que naturalmente fomenta la participación”.

Para los 15 bloques de la banda de 3.5 GHz, la licitación más importante, el equipo de investigadores decidió implementar un mecanismo combinatorial, ya que los antecedentes sugerían que diferentes combinaciones de estos bloques tenían mayor valor para algunas empresas, en tanto que otras combinaciones para otras.

“Esta realidad nos llevó a recomendar la conveniencia de permitir ofertas por “paquetes” de bloques”, comentan.

En esta licitación participaron cinco empresas: Borealnet, Claro, Entel, Telefónica y WOM, de las cuales Entel, Movistar y WOM se adjudicaron espectro radioeléctrico y la mayor intensidad competitiva se produjo en la licitación del 3.5 GHz, lo cual confirmó, dicen, la ventaja de haber elegido el mecanismo combinatorial.

“Esperamos que este caso sirva de experiencia para asignar en forma eficiente otros bienes públicos para que el mundo privado, sobre la base de inversión e innovación, logre el máximo potencial de los mismos”, concluyen los investigadores.

5G y su utilidad
La sigla 5G hace referencia a la 5ta generación del estándar para la tecnología de telefonía móvil, que especifica velocidades más altas y latencia -tiempo que transcurre entre que se envía un paquete de información y este llega al receptor- más baja que las generaciones anteriores. Esto permite mayor velocidad de descarga y la posibilidad de proveer internet a los hogares, así como desarrollar el “Internet de las Cosas”, IoT por su sigla en inglés.

La primera generación o 1G permitió las llamadas por celulares, 2G habilitó la mensajería, 3G permitió acceder a internet y 4G entregó banda ancha móvil. Con la tecnología 5G, la menor latencia permitirá mejores, nuevas e impensadas aplicaciones para la sociedad. Es así como podremos crear o mejorar un sinnúmero de aplicaciones en el hogar, la industria y el transporte, al tiempo de acceder a realidad aumentada, educación a distancia, telemedicina y comando remoto de equipos geolocalizados, además de gran cantidad de dispositivos conectados simultáneamente y otras aplicaciones que hoy todavía ni siquiera se visualizan.

Crédito foto portada: La Tribuna