La pandemia por COVID-19 obligó a que numerosas instituciones del Estado que agrupan a decenas de miles de funcionarios públicos, implementaran de manera acelerada modalidades de teletrabajo -trabajo realizado a distancia y sostenido por tecnología-, para mantener en funcionamiento una serie de labores esenciales para el país.
Analizar los efectos que esta situación ha tenido en el funcionamiento de las instituciones públicas, y entre los trabajadores que debieron ajustarse sobre la marcha a estas nuevas condiciones de trabajo, es el objetivo del proyecto que impulsa Javier Fuenzalida, investigador adjunto del CSP y profesor del Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la U. de Chile.
“Había cinco instituciones públicas que se habían preparado para el teletrabajo con planes piloto, tanto como organizaciones como a nivel individual, pero la gran mayoría no tenía esa experiencia, por lo que hubo muchas personas que se fueron el viernes de la oficina y el lunes siguiente tuvieron que empezar a teletrabajar sin ninguna preparación. Ese impacto es el que queremos ver”, explica Fuenzalida.
Tomás Soto, coordinador del proyecto, complementa: “Desconocemos los efectos del teletrabajo sobre el Estado en Chile, por lo que es muy importante explorar esto para que no se vuelva algo perjudicial para los funcionarios y funcionaras”.
El proyecto, integrado también por investigadores de nuestro Centro de Ingeniería Organizacional (CIO), además de un grupo de doctorantes, contempla los siguientes resultados:
Fuente: Comunicaciones Universidad de Chile
Crédito foto portada: GobiernoCR