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“Las regulaciones que mejoran el sistema de las AFPs”

En la última edición de nuestro Boletín Economía & Gestión publicamos un especial sobre el tema de pensiones, cuya reforma es una de las demandas más sentidas de la ciudadanía desde el 18/O. Nos quisimos hacer partícipes en momentos en que nuestro país busca nuevos acuerdos sociales a través de este número.

En el siguiente artículo, nuestros académicos de Ingeniería Industrial Alejandro Bernales y José Miguel Cruz analizan las regulaciones que mejoran nuestro el sistema de AFPs.

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“Las regulaciones que mejoran el sistema de las AFPs”

Es interesante ver comentarios de esta índole: “Las AFP han administrado bien” (Andrés Santa Cruz, Asociación de AFP, Canal 13, 01/09/19). Puede ser, pero la pregunta que vale la pena hacerse es: ¿Bien relativo a qué? Generalmente, las AFPs muestran el desempeño del sistema relativo a otros fondos de pensión en el mundo, pero esos fondos de pensión no están regidos por las mismas reglas en término de los instrumentos y limites de inversión, y así estos no son necesariamente comparables con el sistema chileno. Otras veces se muestran valores relativos a un índice financiero, pero un índice financiero solo refleja una parte de la cartera de inversión, y no considera eventuales costos incurridos al seleccionar un determinado activo financiero. La pregunta que aún no ha sido respondida es: ¿Realmente sabemos si las AFPs lo han hecho bien?

El problema es más grave, ya que dado estos dichos, el actual sistema (y su reforma) no contempla políticas efectivas para generar inversiones óptimas de los fondos de pensiones. La regulación vigente (lo cual no ha cambiado en la reforma propuesta) contempla que se evalúan las rentabilidades de cada AFP en relación a la rentabilidad promedio de las mismas AFPs. Por lo tanto, al ser comparado el desempeño de cada AFP, en relación al promedio de ellas mismas, es posible ocultar un desempeño, en general, ineficiente de la industria. 

Adicionalmente, las comisiones por administración pagadas por los afiliados (la principal fuente de ingresos de las AFP), no son afectadas por la rentabilidad de los fondos de pensiones. Por ejemplo, entre los años 2009 y 2015, el promedio del ratio: (Ingresos Comisiones por Administración) / (Ingresos Ordinarios Totales) fue de un 0.95 para el sistema de AFPs chileno. Esto significa que un 95% de los ingresos de las AFPs vienen de las comisiones de administración. Así, hay muchos mayores incentivos para conseguir ‘más afiliados’ que para ‘administrar bien’ los fondos de inversión. Esto, sumado a que las AFPs son evaluadas con el promedio de ellas mismas (como fue explicado arriba), genera que no hay incentivos para promover un autentico y activo manejo del los portafolios de inversión de las pensiones de los chilenos.

¿Qué debería contemplar la reforma al sistema de pensiones? i) un genuino benchmark externo, ii) mayor transparencia en los costos incurridos en las inversiones, por ejemplo, fomentando el uso de futuros de tasas y futuros de moneda, en vez de operaciones bilaterales de swaps y forwards, y iii) comisiones por administración que dependan del desempeño de las AFPs con respecto a dicho benchmark externo. 

De lo anterior desprendemos tres recomendaciones importantes. Primero, el benchmark externo debería estar compuesto por un portafolio representativo que refleje los distintos tipos de instrumentos, los cuales están permitidos como inversión por las AFPs. Además, este portafolio representativo debería ser construido para cada tipo de fondo (cinco benchmarks), ya que deben incluir las mismas reglas de inversión del sistema de pensión chileno por tipo de fondo.

Segundo, la mayor transparencia en los costos de los fondos de inversión permitiría hacer más eficiente la operación, midiendo de mejor manera la rentabilidad bruta y neta de las inversiones. Por ejemplo, el desarrollo de un mercado de futuros de tasas y monedas en Chile, alimentado por las necesidades de coberturas de las AFPs, permitiría transparentar los costos involucrados en dichas operaciones, las que hoy dependen de contratos bilaterales específicos entre las AFPs y los bancos de inversión.

Finalmente, y tercero, dado que las comisiones son lo que ‘realmente’ les interesa a las AFPs, estas deberían depender de qué tan bien les va a las AFPs con respecto al benchmark externo. Lo que ha mostrado ser de mayor efectividad en distintos fondos de inversión es entregarles una comisión base a todas las AFPs y premiar a las AFPs que superan una meta de estar un x% sobre el benchmark. Si no es el caso, el dinero que sobre se les entrega a los mismos chilenos en sus fondos de pensión. La comisión base podría ser entregada por un panel de expertos, la cual podría ser equivalente a un nivel para que las AFPs obtengan un 12.5% de Ganancias/Patrimonio (ROE), el cual ganan empresas de inversión y manejo de activos financieros según el Prof. Damodaran, de la Universidad de Nueva York, con datos de 2015 (entre el 2009 y el 2015, las AFPs en Chile tenían un alto ROE con un nivel de 21.33%, muy por sobre el promedio mundial para industrias similares). Luego, la comisión por administración cobrada a los chilenos debería ser un poco mayor que la comisión base entregada a las AFPs, pero si las AFPs no logran la meta, el adicional es devuelto a los chilenos en su mismo fondo de pensiones. Así, los cotizantes pagan más solo cuando sus pensiones rentan más y, simultáneamente, se premia a las AFPs que hacen bien su trabajo. 

Puedes revisar la edición completa de nuestro Boletín Economía y Gestión en este enlace.