Esta distinción la otorga anualmente la Universidad de Chile a ex-alumnos que en el ejercicio de sus respectivas labores profesionales hayan prestado servicios distinguidos a nuestra casa de estudios y al país, manteniendo una permanente fidelidad hacia la Corporación, caracterizándose a lo largo de su vida por identificarse con el espíritu humanista y el ideario ético que encarnó el Rector Juvenal Hernández Jaque. ¡ Muchas felicitaciones a Francisco!