← volver

Trump versus Clinton y el futuro de los Tratados de Libre Comercio

Benjamín Villena

Benjamín Villena

Matteo Trossi

Matteo Triossi

Los académicos de Ingeniería Industrial e investigadores del Instituto Milenio MIPP exploran la hipótesis en la cual el impacto de los Tratados de Libre Comercio en Estados Unidos -que se traducen en una posible pérdida de empleos y disminución del poder adquisitivo de la clase media- ha influido en el éxito de Donald Trump, y analizan el escenario económico post elecciones.

La política en el mundo occidental parece haber entrado en una fase de polarización. Un ejemplo es el proceso de elecciones primarias en Estados Unidos, donde la candidatura de Hillary Clinton, quien se creía era la candidata demócrata “sin oposición”, fue desafiada por Bernie Sanders, demócrata socialista.

En el otro extremo, por su parte, el mundo fue testigo de cómo Donald Trump, una vez rechazado por los miembros de su coalición política, es ahora el candidato oficial del Partido Republicano.

Aun cuando Trump y Sanders están muy lejos el uno del otro en sus ideologías, uno de los puntos en el que sus tribunas parecen converger es la fuerte crítica que ambos hacen hacia los tratados de libre comercio y el posible impacto negativo de éstos en el empleo*.

En este contexto y escenario, Benjamín Villena y Matteo Triossi, académicos de Ingeniería Industrial e investigadores del Instituto Milenio MIPP, analizan el impacto de los Tratados de Libre Comercio en las elecciones de Estados Unidos y el posible escenario económico post elecciones.

El peligro de la incertidumbre

-Trump sostiene que si es electo renegociará los acuerdos comerciales de Estados Unidos. Clinton, por su parte, solía apoyar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), pero ahora se ha mostrado cauta. ¿Qué se espera que ocurra en este ámbito?

Benjamín Villena: “Ciertamente Trump ha mostrado un discurso contra la apertura comercial. Históricamente esta postura no concuerda con la tradición del Partido Republicano, el que ha sido más proclive al comercio internacional que el Partido Demócrata.

Por su parte, Trump ha tenido planteamientos bastante ambiguos o cambiantes en muchos temas, y aparentemente intenta seducir a ciertos grupos de la población planteando en su discurso lo que su público objetivo desea escuchar. Por lo tanto, en primer lugar, si Trump llegara a ser elegido, no es claro que intente seriamente renegociar acuerdos comerciales. Y si lo hace, es posible que deba vencer una dura resistencia de los mismos republicanos y muchos demócratas. En suma, habría mucha incertidumbre y alto conflicto político, sin un efecto claro en los tratados comerciales. En lo que respecta a Clinton, se esperaría bastante continuidad y predictibilidad de la política comercial de EE.UU.”.

Mateo Triossi: “Los Tratados de Libre Comercio suelen ser muy poco populares. El miedo es que muevan trabajos en otros lugares y destruyan industrias locales, entre otras consecuencias. De aquí que una parte consistente de la clase medio-baja estadounidense se siente en peligro por estos tratados. No es el momento para discutir si los temores son infundados o no, pero, aun cuando esto no sea cierto, la parte del electorado estadounidense que Trump quiere atraer se opone al TPP, lo que explica la posición del candidato. La prudencia de Clinton, en tanto, se explica porque la distancia entre los dos candidatos en los sondeos es muy baja y ella apunta al mismo electorado. No quiere fastidiar a sus propios electores”.

-¿Cuál cree que serán las consecuencias económicas si Trump o Clinton son elegidos, respectivamente?

Benjamín Villena: “Si gana Clinton, se aseguraría una continuidad de políticas económicas en EE.UU. con un beneficio sustancial en términos de reducción de incertidumbre. Si gana Trump, se abre la caja de Pandora y la incertidumbre generalizada causará efectos negativos en la economía, aunque luego las políticas de Trump, en la práctica, se tornaran convencionales.

Mirando en un horizonte de mediano plazo, me parece que Trump ha canalizado la fuerza electoral de ciertos grupos proclives al conflicto social, al racismo, a la intolerancia, a cierta irracionalidad. A futuro, esto puede causar un cambio en la estructura de fuerzas políticas en EE.UU., con daños a la institucionalidad en el mediano plazo. Aunque Clinton gane, creo que la democracia de EE.UU. ya ha sufrido un daño con Trump”.

Mateo Triossi: “En el caso de una victoria de Clinton, la conducción de Estados Unidos no debiera cambiar mucho. Sin embargo, una victoria de Trump es una incógnita. En otras palabras, nadie ha entendido si se hace el loco o es loco. De todas maneras, las instituciones estadounidenses -en particular, las Cámaras del Congreso y la Corte Suprema-, tienen las atribuciones para limitar el poder presidencial cuando él se exceda. La firma de los Tratados de Libre Comercio es una incógnita, pero debemos recordar que para anular los tratados vigentes deberían votar los parlamentarios estadounidenses.

Un tema importante es también el apoyo parlamentario que tenga el Presidente. En particular, Trump no goza de grandes simpatías, incluso entre los republicanos. El riesgo más grande que plantea Trump para Estados Unidos y el mundo es un cuatrienio de conflicto institucional permanente. Esto, posiblemente haría crecer el grado de incertidumbre sobre la conducción de Estados Unidos con consecuencias… difícilmente previsibles”.

 

*Este análisis es parte del Insight MIPP “Mi candidato es más fuerte que el tuyo” publicado por el Instituto Milenio MIPP.


Comunicaciones MIPP