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Alejandra Mizala y nombramiento de la primera mujer en la Bolsa de Nueva York: “En Chile aún nos falta mucho”

A raíz del nombramiento de Stacey Cunningham como primera mujer en presidir la Bolsa de Nueva York, Alejandra Mizala, académica de Ingeniería Industrial y Directora del Centro de Investigación Avanzada en Educación, fue entrevistada por Economía & Negocios El Mercurio -en su sección “Visión de una líder”-, en su calidad de una de las 100 mujeres líderes 2017.

A continuación reproducimos la entrevista completa.

-Después de dos siglos, la bolsa de NYC nombra a una mujer presidenta. Desde su punto de vista, ¿qué importancia cree que tiene este nombramiento? ¿Cree que se demoró mucho en llegar?
-Sin duda este nombramiento es importante porque siempre que una mujer logra alcanzar puestos de poder se constituye en un modelo para el resto de las mujeres y, más importante aún, para las futuras generaciones que reciben el mensaje de que “las niñas pueden”.

Se demoró muchísimo en llegar no solo para Stacey Cunningham, que ha trabajado allí desde 1994 cuando ingresó como practicante, sino para las otras mujeres que trabajan en la bolsa de NYC. Se trata de un mundo dominado por hombres, de 21 ejecutivos solo cuatro son mujeres incluyendo a su presidenta.

-Con designaciones como esta, ¿podríamos decir que los temas de igualdad de género están logrando su objetivo? ¿Qué opina de esto?
-Creo que estos son pequeños pasos, pero falta aún, porque los temas de igualdad de género requieren alcanzar una masa crítica de mujeres en cargos relevantes que permita cambios culturales. Las desigualdades se explican en gran medida por los estereotipos de género que están presentes en la sociedad, y que padres y profesores trasmitimos a niños y niñas. Estos estereotipos les otorgan a los hombres un papel primordial en los espacios públicos y en los roles de liderazgo, mientras que a las mujeres se nos asignan más bien roles en los espacios privados y asociados al cuidado.

-¿Cuáles son los desafíos en términos laborales para las mujeres a nivel mundial?
-El desafío es superar los estereotipos de género para que efectivamente los espacios públicos y privados sean compartidos por hombres y mujeres, porque no se trata solo de que las mujeres tengamos un acceso equitativo a los puestos de trabajo y de poder, sino que también los hombres comiencen a compartir las tareas domésticas y de cuidado. La corresponsabilidad en las tareas del hogar y la educación de los hijos es un requisito para la verdadera igualdad.  De otra forma, para la mujer significa una doble jornada.

-En Chile, ¿cómo se observa este fenómeno?
-En Chile aún nos falta mucho. Hay una baja participación laboral de las mujeres que, aunque ha aumentado en los últimos años, sigue siendo baja comparada con otros países latinoamericanos. Además, los empleos femeninos se concentran en sectores de menor productividad y salarios. Esto se puede ejemplificar con las carreras universitarias. Desde el año 2008 las mujeres representan mas del 50% de la matrícula universitaria de primer año, sin embargo, estas se concentran en carreras feminizadas como salud, educación, ciencias sociales y humanidades. En contraste, las mujeres representan menos del 30% de la matrícula en primer año de las carreras del área STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas). Esto significa que las mujeres acceden a carreras con menores expectativas de empleabilidad e ingresos futuros.

Agrega:
-La situación se puede resumir en que Chile ocupa el lugar 63 de 144 naciones en el  Índice de Brecha Global de Género calculado por el Foro Económico Mundial, el cual mide la magnitud de la brecha entre mujeres y hombres en cuatro áreas: salud, educación, economía y política.

Concluye:
-Tenemos un buen desafío por delante. Debemos reducir las barreras que impiden que la mujer participe más en el mercado laboral, incentivar la participación de mujeres en política y en altos cargos de empresas. No hacerlo significa renunciar a la mitad del talento de que disponemos como país, porque los talentos están igualmente distribuidos por género, no así las oportunidades.

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