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OchoCincoUno: Ciencia aplicada en el Mundial de Rusia 2018

Presente en la predicción de resultados desde la primera Copa América, jugada en el año 2015, el modelo OchoCincoUno (851.cl) desarrollado y operado por académicos e investigadores del Instituto Complejos de Ingeniería (ISCI), alojado en Ingeniería Industrial, reaparece ahora en el Mundial de Rusia 2018. Y con mayor fuerza a partir de octavos de final, ya que sus pronósticos se actualizarán en tiempo real.

Denis Sauré, uno de los impulsores de este proyecto junto a Marcelo Olivares -y Sebastián Ríos en su primera etapa-, le tiene tanta fe al modelo que lo utiliza como referencia en una polla que está jugando con amigos.

“Por ahora voy ganando lejos”, ríe advirtiendo el modelo entrega probabilidades, no resultados.

Y es que OchoCincoUno mezcla ciencia de datos, estadística y Analytics con un margen de error de menos de un 2% con respecto a las casas de apuesta que se regulan con el mercado, asegura Sebastián Mena, estudiante de Ingeniería Civil Industrial y parte del equipo de investigadores que participan en este proyecto y que completan Pablo Galaz, también alumno de la especialidad industrial; Pablo Jofré, alumno del Doctorado en Sistemas de Ingeniería, y Rodrigo Delgado, estudiante del Departamento de Ciencias de la Computación.

Denis y Sebastián coinciden que, independiente de que Chile no juegue en esta Copa del Mundo, para los amantes del fútbol un Mundial siempre será un Mundial y ahora, a partir de octavos de final y con pronósticos en tiempo real, la competencia se pone interesante.

El modelo
Presente en las dos Copas América de los años 2015 y 2016, la Copa Confederaciones de 2017 y las eliminatorias del Mundial de Rusia 2018, el sistema ha mantenido su base de funcionamiento a partir de dos modelos: uno econométrico, que rescata las tasas de goles y defensas en los equipos, y otro de simulación, que toma esas tasas y simula las probabilidades para los distintos partidos. A estos datos se agregan datos de las casas de apuesta para corregir elementos que no estén reflejados en la historia. Por ejemplo, que un equipo tenga un jugador clave lesionado.

“Lo que hacemos es que para cada resultado simulamos un millón de campeonatos, en este caso el Mundial, y de ahí sacamos las probabilidades, tanto de los resultados de los partidos como de los avances de los equipos en sus distintas fases”, explica Denis.

Agrega: “Por ejemplo, si en 500 mil simulaciones sale campeón Brasil, entonces decimos que la probabilidad de que Brasil salga campeón es de ½ o 50%”.

Sebastián complementa: “El input del modelo son los resultados y la localía de los equipos (tenemos datos desde el año 2004). Para los pronósticos en tiempo real se agregan las tarjetas y el tiempo. A medida que avanza el tiempo en un partido, tengo más o menos probabilidades de ganar”.

Con este Mundial, asegura Denis, el modelo ya quedará consolidado e instaurado para los campeonatos venideros. Si bien, dice, siempre se le pueden ir agregando nuevos elementos. Como los relojes tipo barómetro que se incorporaron para la fase final de las eliminatorias del Mundial, que mostraban las distintas tendencias en los diferentes partidos, o cuál es el efecto de la asistencia de público; idea que postularon a un proyecto Fondef y que pretenden incorporar a futuro en el campeonato nacional.

“Eso es lo bueno de los modelos matemáticos. Mientras más específicos y más datos e inputs tengan, más certero va a ser”, concluyen los investigadores.

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