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Alejandro Bernales: “Este es un excelente lugar para trabajar y reinsertarse”

Desde marzo, Ingeniería industrial cuenta con un nuevo investigador entre sus filas. Se trata de Alejandro Bernales (34), Ingeniero Civil Industrial de la Universidad Católica, Magíster en Ingeniería Financiera y Doctorado en Finanzas en la Universidad de Manchester, Inglaterra.

Alejandro se suma a la planta de académicos full time del Departamento y se integra como investigador asociado del Centro de Finanzas (CF) y del Centro de Economía Aplicada (CEA).

Luego de 10 años fuera de Chile, estadía que repartió entre Estados Unidos, Inglaterra y Francia, Alejandro decidió volver al país para continuar su investigación desde aquí.

“Era el momento de hacerlo”, cuenta agregando que si quería volver a una universidad en Chile, esta era la oportunidad y, además, muy buena, “ya que este es un excelente lugar para trabajar y reinsertarse”.

Una decisión a la que también ayudó el hecho de estar casado con una francesa que domina el español, la conoció recién llegado a Francia, y que estaba muy entusiasmada con la idea de probar suerte en Chile (es asistente social y terapeuta ocupacional).

Hasta aquí la reinserción ha fluido sin mayores contratiempos. Como aún no tienen hijos, el tiempo lo han dedicado a su instalación y a continuar su vida desde este nuevo escenario.

De dos meses a 10 años
Alejandro se fue de Chile con un horizonte de dos meses. Entonces estaba recién titulado (año 2004) y partió a trabajar al BID, en Washington, donde, pese a su plan inicial, terminó quedándose alrededor de tres años. Concluida esta experiencia, surgió la idea de hacer un doctorado en Inglaterra, proyecto que concretó luego de una estadía de nueve meses -de regreso- como investigador en el Banco Central.

Concluido su Doctorado en Finanzas en la Universidad de Manchester probó suerte en el Job Market de economistas, aunque en esa oportunidad no postuló a Chile. En cambio, partió a París al Banco Central de Francia y luego al Gran École de Comercio, ESSEC Business Shool, rankeada entre las tres mejores escuelas del país galo.

En total, fueron 10 años fuera, luego de lo cual surgió la posibilidad de volver a Chile.

“El primer contacto fue a través de Patricio Valenzuela”, cuenta Alejandro sobre cómo se gestó su regreso al país y a quien conocía desde sus tiempos en el BID.

“El me comentó que estaban abriendo una posición aquí y vi que era una muy buena oportunidad para el retorno”. En la Escuela, cuenta, se encontró con caras conocidas con las que había coincidido en distintas conferencias y simposios, además de grandes amigos que fueron contratados simultáneamente el mismo año: Marcela Valenzuela (profesora de Ingeniería Industrial) y Rodrigo Moreno (profesor de Ingeniería Eléctrica), con quienes estudió la carrera y actualmente realizan investigación conjunta en microestructura y en mercados eléctricos, respectivamente.

-¿Pensaste que te ibas a quedar tanto tiempo fuera?
-No, iba a hacer mi práctica y volvía. Pero después estaba ahí, les gustó como trabajaba y ofrecieron contratarme. En ese tiempo tampoco había pensado en hacer un doctorado y dedicarme a la academia. Ahí comenzó todo.

“La investigación es un regalo”
Curioso por naturaleza, “soy de las personas que cuando termina una cosa le gusta explorar y conocer otras nuevas”, Alejandro se mueve entre distintos frentes de investigación.

“Creo que esto es parte de este viaje que comencé hace 10 años. Cuando se va conociendo gente, uno también se va abriendo cada vez más”, reflexiona.

Fiel a esta filosofía de vida, si bien lo suyo es la economía financiera, dentro de ella estudia distintos temas: derivados (cómo el proceso de aprendizaje afecta los precios de las opciones y también los retornos de los derivados), microestructura (qué pasa cuando los agentes se enfrentan a la decisión de transar en múltiples bolsas con distintas características), banking (modelo dinámico que capture el comportamiento de los bancos en red, “cuando se entiende este comportamiento entonces también se comprende cómo los bancos reaccionan en momentos de crisis”) y energy economics (cómo los procesos de decisión que toman en cuenta escenarios inciertos podría hacer que proyectos energéticos que en un comienzo se pensaron que no eran rentables, finalmente lo son).

En estos ámbitos, Alejandro trabaja varios temas con distintos investigadores de países como Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Italia, Canadá y Alemania, con quienes día por medio organiza reuniones vía Skype. Junto con esto, también continúa su relación con el Banco Central de Francia e incluso en septiembre viajará a ese país como visiting fellow invitado por la Fundación Banque de France.

“En investigación soy mi jefe. Organizo mis tiempos, decido en qué proyectos me embarco y con quiénes trabajo. Generalmente, mis coautores son amigos. Es un regalo”, asegura.

En relación a las características de ingeniería Industrial complementa:

“Los recursos que uno tiene acá, más que nada en tiempo, son únicos. Si uno se quiere dedicar a la investigación, este es uno de los mejores lugares en Chile. Acá se pueden generar más cosas. Y los recursos para investigar, así como el equipo, también son muy buenos. Eso se agradece mucho”.

Hasta aquí, Alejandro está contento con su decisión de volver. Junto con su investigación dicta clases, Finanzas II (una sección en inglés y otra en español para alumnos de los últimos años de la especialidad industrial) y en un futuro enseñará en postgrado (quiere organizar un curso de finanzas aplicadas con Marcela Valenzuela, especialmente en cómo se diseñan los mercados, y otros sobre finanzas internacionales).

-¿Te proyectas aquí?
-Me gusta Chile. Es un buen lugar para vivir y tener familia. Existe una energía de crecer y hacer cosas, y creo que estar aquí es una oportunidad.